21/10/08


Berazachussetts
Leandro Ávalos Blacha
Editorial Entropía
2007




Cuatro amigas viven juntas en un departamento sin complicaciones aparentes. Hasta que un día, uno de los habituales paseos toma la forma de un accidente. Apoyada sobre un árbol, una especie de mujer obesa muestra con naturalidad su enorme cuerpo desnudo; atribuyendo el hecho a una serie de violaciones contra mujeres desprevenidas, deciden ayudar a la “zombi” y sin sorpresa aceptan la intromisión; de repente, las costumbres de la extraña caníbal que devora cadáveres, tuerce el curso de sus vidas monótonas llevándolas hacia los destinos de la imprevisibilidad. Berazachussettes es la “localidad” donde transcurren los hechos que en buena medida juegan a desestabilizar los códigos del género policial. Tribus urbanas, políticos corruptos, hijos de políticos corruptos, policía criminal, cantantes bailanteras (pero “reales” como Lía Crucet y Sandra Smith), personajes comunes y rutinarios, son algunos de los ingredientes para realizar humor desopilante sobre la trama de relaciones sociales. Y en parte la visibilidad que mencionaba, tiene que ver con la inscripción de una estética que hace de la imagen visual y del delirio cinético, el eje de un estilo. Leandro Avalos Blacha es el autor de Berazachussettes, un texto que ganó el concurso 2007 en narrativa, impulsado en Estación Pringles, el megaproyecto cultural que lleva a cabo el poeta Arturo Carrera. Avalos Blacha, auspiciado por un jurado que integró César Aira, Daniel Link y Alan Pauls, muestra los resultados de un proceso de aprendizaje y un sistema de citas. Por un lado la dedicatoria “al maestro Lai” (además del título mismo) habla de un préstamo tomado del “realismo delirante” de Alberto Laiseca; por otro, el recurso de la inventiva y la irrupción de acontecimientos que no descartan la singular experiencia de lo real, sin duda remite al propio Aira. Y de Aira sobre todo procede el artificio de hacer literatura con materiales y referentes extra y antiestéticos (en Avalos las opulentas cantantes y en Aira, si lo recordamos, personajes como Marcelo Hugo Tinelli, Carlos Salvador Bilardo, Domingo Cavallo, etc.). En el medio, un narrador en tercera que se propone omnisciente, que juzga, opina, sentencia y observa. Pero más allá de la lectura que tiende a situar una toma de posición en el mapa de la literatura argentina actual, una estrategia de filiación, el texto es producto de un proceso relacional entre literatura y mundo, escritura y vida. En este sentido, las geografías suburbanas, barrios y márgenes territoriales, muestran una materia de la que ya se habían hecho cargo Washington Cucurto (Cosa de negros), Alejandro Rubio (Metal pesado), Juan Incardona (Villa Celina); ese es uno de los puntos donde se reescribe la tradición gauchesca y criollista que funda la literatura argentina en vistas a un proyecto de nación y que aquí, en el presente, se muestra como los escombros identitarios y los fragmentos de la cultura planetaria en la que la cultura argentina ingresa sin haber desarrollado su fase industrial. Entonces, la cotidianeidad y la violencia del transcurrir vernáculo, dejan entrever los síntomas bizarros y sórdidos de una sociedad, de una “vecindad” en franca disolución. Tenemos la “impresión” de conocer aquello que la novela nos cuenta aunque no podamos traducirlo con referencias nítidas. Así desfilan en esta novela de 158 páginas, el mundo de los medios masivos, la televisión, la tecnología al servicio de la pornografía doméstica, las filmaciones caseras subidas a internet y la telefonía celular. El mundo bonaerense al que el título alude, sin embargo, no implica parodia, en tanto selección preconcebida y exagerada de determinados rasgos. Antes bien, Avalos Blacha juega con la re-creación libre e imprevista de un entorno de alucinación y pesadilla.

Nancy Fernández





Del género que todo lo exalta.


Sobre "Seré millones". Eva Perón: melodrama, cuerpo y simulacro

Alejandro Susti González
Beatriz Viterbo



Las obras construidas en torno a la figura de Eva Perón exceden la memoria individual: textos, películas, fotografías. El libro “Seré millones” Eva Perón: melodrama, cuerpo y simulacro se propone atravesarlas para dar cuenta de la construcción de este fenómeno de fascinación, en busca de sus raíces, arriesgando como hipótesis central la influencia que los medios de comunicación ejercieron al hacer de su persona musa inspiradora de todas las ramas del arte.

Alejandro Susti González estudió Lingüística y Literatura en la UCA del Perú y luego se radicó en Estados Unidos, donde efectuó una maestría en Comunicación de Masas y un doctorado en Literatura Hispanoamericana. Este ensayo constituyó su tesis de doctorado, lo que explica el tono que atraviesa toda su escritura, amparada en una superpoblación de citas en inglés de teóricos anglosajones de la Comunicación de Masas y que constituyen su marco teórico fundamental. El dato ad hoc: es también poeta y músico.

La investigación está centrada en tres de las muchas obras dedicadas a Eva Perón: La pasión según Eva (Tomás Eloy Martínez, 1994), Santa Evita, (Abel Posse, 1995), y Eva Perón, (Alicia Dujovne Ortiz, 1995). Desde aquí el autor realiza un exhaustivo cruce con los críticos y estudiosos de la Comunicación de Masas de mayor circulación en el ámbito académico –Barbero, Hall, De Certeau, Bourdieu, Adorno y Horkheimer- con el objetivo de evidenciar las construcciones mediáticas que contribuyeron, desde los albores del peronismo a la actualidad, a hacer de Eva Perón mucho más que una mujer que -imposible es negarlo- marcó un antes y un después en la política argentina: un mito, una mártir.

La crítica argentina Ana María Amar Sánchez, quien prologa esta obra, festeja el aporte que recupera la densidad histórica de la construcción de la imagen de Eva Perón, no asequible hoy sino en textos escritos o visuales.

El autor, a conciencia de la amplia bibliografía que analiza también el corpus que él toma -Kohan y Cortés Rocca, Sarlo, Rosano, Coria, Plotkin...- presenta su estudio como complemento a los abordajes histórico–políticos que omiten la construcción propagandística del gobierno peronista, para sostener que política, actores (en términos de Bourdieu) y medios no pueden pensarse separadamente.

El título “Seré millones: Eva Perón: melodrama, cuerpo y simulacro, preanuncia (invertido tal vez sólo por fonética) los tres capítulos que componen la hipótesis y su proyecto crítico: el análisis de cómo los medios masivos han cumplido un rol central en la construcción de una imagen y en la construcción de la memoria colectiva.


I – Punto de partida


Alejandro Susti González observa que más allá de los variados intentos, los múltiples enfoques desde los que se ha abordado la figura de Eva Perón y construido su imagen recaen en un efectivo melodrama que atraviesa todos los formatos. Su análisis gira en torno a las “matrices culturales”, códigos y símbolos sociales sobre los que se asienta la construcción de Evita, simple denominación que encubre a la vez un fenómeno altamente complejo. Más allá de la categoría bajo la cual se trabaje la representación de Eva Perón (novela, cuento, biografía) y la diversidad de miradas (críticas o exitistas), el autor de esta tesis señala el predominio del género melodramático, aquel que, según Jesús Martín Barbero, ha “encajado” mejor en América Latina. Ciertamente da cuenta de la forma en que el melodrama opera sobre el imaginario social y cómo la imagen de Eva Perón que se construye en sus representaciones retoma la cosmovisión de la cultura popular.

Enfrentarse a la narrativa del discurso peronista implica admitir que su construcción dista mucho de ser ingenua.


II – ¿A imagen y semejanza?


Entonces, el simulacro. Ese afán no admitido en tan vastos estudios que resignifican y exaltan los gestos y palabras de aquella Eva. Un anhelo que el autor percibe general pero no confeso: capturarla, describirla al punto de volverla, sin escatimar en dramatismo, personaje de una obra teatral. Así, valiéndose de la afirmación de Jean Braudrillard según la cual con el paso del tiempo las imitaciones suelen confundirse con el original, Susti González concluye que muchos ensayos de su persona se han fundido con la verdadera Eva. Simulacros en los que ningún elemento sobra, o mejor, nada es aleatorio: su maquillaje, su ropa, el tono de voz, el movimiento de sus manos, el retrato que la inmortaliza aún antes de su muerte.

Susti González destaca, ante todo, que Eva Perón proviene del sector al que sus palabras son dirigidas y se detiene en su desempeño como actriz -aunque de poca monta e incluso descalificada-, época que suele pasarse por alto o a la que se refiere sólo superficialmente en la bibliografía analizada y que, empero, constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que se “recrea” su persona.


III – El origen de su santidad


Es ahora donde las matrices culturales a partir de las cuales se construye la figura de Eva Perón se hacen más visibles. Si el melodrama es el género que por excelencia conmueve a las masas, el trabajo de Susti González analiza el efecto de los medios masivos pensándolos en relación al contexto, la sociedad dentro de la que, y para la cual, actúan. El autor distingue entre las preferencias de las minorías urbanas de clase media y alta en los años ´50, inclinadas a las producciones extranjeras, y los gustos de los sectores marginales. La puesta en acción de un importante aparato comunicacional por parte del peronismo organiza fuertemente la construcción de figuras y sentidos: recordar si no la “belle époque” que vivió la industria cultural en Argentina durante el primer gobierno de Perón, para escozor de más de un intelectual; pensar hoy en el llamado spot radial, formato que el gobierno peronista pensó, no sin razón, el más efectivo para llegar las masas. Susti González recoge las críticas a las que los contenidos de las emisoras radiales (sketchs, radioteatros, microinformativos) fueron sometidos desde los comienzos del medio (1920) con el argumento de empobrecer el nivel intelectual de sus oyentes.

Pero el cuerpo de Eva fue mucho más que el soporte de su voz. Eva Perón, actriz devenida en Primera Dama, mujer de fuerza innegable, no desconocía los efectos de una voz resquebrajada, sensible ante la injusticia pero inquebrantable frente a las adversidades del destino.

El hallazgo de esta obra consiste en la interpretación de la conflictiva relación que Juan Domingo Perón mantenía con la Iglesia y que culmina en una -no tan paradójica como contestaria- analogía bíblica encarnizada en su esposa. El uso del cuerpo como herramienta política responde a los preceptos de austeridad en relación al alimento y su propia sexualidad, al punto de que toda referencia a un cuerpo femenino como objeto de deseo se torna blasfemia o profanación a su persona. El autor percibe la resemantización efectuada desde los aparatos mediáticos estatales de la simbología religiosa que deviene así en culto laico: Eva Perón, abanderada de los pobres, madre virgen de los descamisados, se entrega ella misma a los avatares de su salud sin claudicar jamás en su lucha por los derechos de la clase trabajadora, lucha que proyecta más allá de su muerte.


IV – En fin


El autor se propone analizar una zona de los modos de representación de Eva Perón que, como señala insistentemente no ha sido tan explorada como, estima, es necesario. El intento funciona en un trabajo descriptivo de los procedimientos del aparato comunicacional peronista, de los usos del melodrama en la construcción que en vida Eva Perón practica gracias a sus saberes en el mundo de la industria cultural, y en un trabajo minucioso con el análisis de tres textos que se presentan siempre –aunque sin satisfacer nunca expectativas- como cargados de novedad en relación a lo que se conoce de Eva Perón. De este modo no sólo advierte sobre el uso del lenguaje desde el cual son interpeladas las masas, sino que denuncia la “aniquilación” de la verdadera Eva Perón en la que cayeron muchas de las biografías que se le han dedicado, intentando sin éxito representarla fielmente: “basadas siempre en la promesa vacía de sus prometidos hallazgos”.

“Seré millones” Eva Perón: melodrama, cuerpo y simulacro ofrece una perspectiva que aún no ha sido abordada en los trabajos sobre la figura de Eva Perón. Debe haber quien parta desde el punto en que la tesis de Susti González ha concluido: su lectura así encuentra un espacio no trabajado en la bibliografía académica sobre el tema.


Mariela Micale